El pasado viernes, 17 de noviembre, nos reunimos para rendir homenaje y mantener viva la memoria de Mª Dolores Ibarra, una mujer que dejó una huella imborrable en cada persona que tuvo la suerte de conocerla: amigos/-as, familiares, familias, profesionales, cargos públicos, representantes de entidades e instituciones…

La recordamos como un referente en la defensa de las personas con diversidad funcional, muy especialmente de quienes vivimos con parálisis cerebral, pero sobretodo, recordamos a Mª Dolores tal y como era: una mujer íntegra, intensa, auténtica, valiente, honesta, comprometida con las personas y profundamente generosa.

Tal y como a ella le hubiera gustado: reivindicando derechos y dando voz a las personas con parálisis cerebral. Unimos este homenaje al acto de conmemoración del Día Mundial de la Parálisis Cerebral con la lectura del Manifiesto en el que cada año expresamos nuestras reivindicaciones y recordamos la importancia de seguir avanzando en inclusión y dignidad.

Hablar de Mª Dolores es hablar de los valores de Avapace

Mª Dolores formó parte de Avapace desde la constitución de su Junta Directiva desempeñando diversos cargos. Es por eso que su legado vive en cada proyecto, en cada avance, en cada lucha emprendida, en cada persona que inspiró para seguir trabajando por la justicia y la inclusión, en cada familia y en cada persona que tuvo el privilegio de conocerla.

Mª Dolores combinó su experiencia personal como madre con una visión profesional y estratégica que permitió que las personas con parálisis cerebral fueran escuchadas, respetadas y reconocidas, y nos enseñó que el compromiso para con los demás es un acto de amor y que cada paso, aunque parezca pequeño, contribuye a un mundo más justo y humano.

Su trayectoria es un ejemplo de cómo la convicción, la empatía y el esfuerzo pueden transformar la realidad

Impulsó proyectos fundamentales y promovió mejoras que hoy forman parte de nuestra entidad, participó en la redacción de leyes clave aportando su visión y su experiencia con una convicción que siempre trascendió lo personal.

Fue una voz firme y valiente frente a los recortes y los copagos injustos y su perseverancia contribuyó de forma decisiva a su derogación.

Su liderazgo transcendió nuestra Comunidad, siendo reconocida a nivel nacional en la Confederación ASPACE, donde inspiró a muchas otras entidades con su ejemplo y su capacidad para construir consenso.

Más que un recuerdo

La Junta de Avapace reconoció a Mª Dolores como presidenta honorífica de Avapace en agradecimiento y admiración por una vida entregada a construir una sociedad más justa y más inclusiva. Gracias por tu legado, tu ejemplo, fuerza, cariño y misión.

Además, el presidente de Avapace hizo entrega a la familia de una placa donde se identificaba a la Residencia de Avapace situada en Avda. Tarongers con el nombre de Mª Dolores Ibarra.

Gracias Mª Dolores por tu vida, por tu ejemplo y por habernos mostrado el camino. Tu luz seguirá siempre entre nosotros y nosotras.